domingo, 14 de agosto de 2011

UN DÍA DE MARCHAS

JÓVENES TAILANDESES

Ayer, sábado 13 de agosto, fui un día de marchas en nuestro pueblo. Por la mañana, a eso de las diez y media, unos 40 jóvenes tailandeses, emprendieron su camino desde la ermita de Sacedón hasta Alcazarén, siguiendo una de las rutas del Camino de Santiago, Vía Madrileña. Se encuentran en España para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Madrid dentro de unos días. Entre ellos hay varios sacerdotes y religiosas, muy jóvenes.


Antes, en la ermita, se celebró un sencillo acto de oración, dirigido por Domingo, nuestro párroco, al que también asistió Jesús Álvaro, párroco de Íscar, donde están alojados los jóvenes tailandeses, en las casas de algunos vecinos que se han ofrecido para ello. Estaban acompañados por unos diez jóvenes españoles voluntarios, en su mayor parte de Íscar, dos también de Pedrajas.


Después de dejar la pradera de la ermita, se pasó por el puente de Vadalba, el Pisón, vado de Valviadero y presa del Molino Nuevo, para dirigirse ya derechos a Alcazarén. Lo que más les gustó fueron los piñones que fueron recogiendo de las piñas caídas en el suelo, que estos días son muchas.


En Alcazarén, comieron en unas mesas existentes junto a las piscinas municipales y se dieron un buen baño. A última hora de la tarde se dirigieron a Valladolid para participar en actos organizados por la Diócesis. Hizo de traductora

MARCHA POR LAS RIBERAS DEL ERESMA

Como habíamos anunciado ya hace unos días, por la tarde estaba anunciada otra marcha, por la ribera del Eresma y caserío de Ordoño. Participaron 63 personas de edades variadas, incluidos algunos niños. Casi todos vecinos de Pedrajas o descendientes de pedrajeros que pasan aquí sus vacaciones. También algunos llegados desde Valladolid.




Lo más difícil, sortear esos montones de troncos que obstruyen el paso por las aguas del río. Lo más duro, seguramente el trayecto entre ese pequeño bosque del Chorlito y las ruinas del caserío de Ordoño, por entre los pinos. El final, en el Pisón, ya casi anocheciendo, con una puesta de sol teñida de rojo hacia el poniente y una luna nueva brillante hacia el oriente.

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