martes, 10 de abril de 2012

ROMERÍA DE SACEDÓN

El buen tiempo, soleado, aunque fresco a la sombra, ha acompañado en la celebración, un año más, de la romería de Nuestra Señora de Sacedón. Poco después de las doce y cuarto de la mañana se iniciaba la misa en la pradera de la ermita, concelebrada por cinco sacerdotes: Domingo, nuestro párroco, los pedrajeros Antonio Martín y Eutiquio Sanz, y dos religiosos carmelitas del convento de Medina del Campo, los padres Francisco y Javier. La Virgen lucía por primera vez el manto de brocado granate regalado, como decíamos ayer, por María del Carmen González Lozano; un manto que ha gustado mucho, aunque quedaba bastante tapado, por una mantilla blanca.

Ha sido precisamente el padre Francisco Sánchez Oreja quien ha presidido la celebración y ha pronunciado el sermón, unas palabras que han gustado mucho a todos los presentes, tanto que las han aplaudido al final: La devoción, el cariño a la Virgen de Sacedón es lo más grande que nos han dejado nuestros padres y abuelos. Y esa devoción lleva consigo algo tan profundo como es la palabra de Dios, una palabra que debe conducirnos a ejercitar la caridad con los demás en todos los ámbitos. De los pobres no se presume nunca, a los pobres se les ayuda.

A las cinco de la tarde la pequeña campana de la ermita invitaba a los romeros a acercarse hasta sus puertas, pues la procesión estaba a punto de comenzar. Subido en una silla, para ver y oír bien, Luis Salamanca, megáfono en mano, ha empezado a subastar las andas. Por los brazos delanteros se ha producido una interesante competencia entre dos personas del pueblo, que al final se han puesto de acuerdo en quedarse a medias con los brazos, en 1.000 euros. Se trata de Almudena Arratia Sanz, que actualmente vive en El Puerto de Santa María, y Óscar Mera Merino. Los brazos posteriores se han adjudicado en 500 euros a la peña “Amigos del Lechazo”, que siguen fieles a su devoción de llevar a Nuestra Señora de Sacedón un año más, y van doce seguidos.

Sonando el himno nacional, interpretado por el grupo de dulzaineros de nuestro paisano Mariano Arranz Requena, vecino de Mojados, ha salido la Virgen de su santuario ante una multitud congregada a la entrada. Delante, presidiendo la procesión con la vara, la mayordoma Milagros Moríñigo Rupérez. Poco han tardado los devotos en ponerse a bailar la jota sobre el tapiz verde de la pradera. Numerosas cámaras de fotos y de vídeo tomando imágenes de unos momentos que no se volverán a repetir.

Antes de “cruzar el arroyo”, donde cuenta la leyenda se apareció Nuestra Señora a un pastor, se han vuelto a subastar las andas. Han valido un poco más que el año anterior en este siitio. Con los brazos de adelante se han quedado, en 300 euros, los hijos de Apolinar Arranz. Con los de atrás, por 250 euros, el matrimonio formado por José Antonio Sanz Escarda y Verónica Esteban Sangrador.

Con el empuje requerido, los portadores de la Virgen han subido la cuesta que por encima de la fuente llega hasta el mojón de piedra que señala el límite del antiguo término de Valviadero. En este tramo no se baila la jota, por las dificultades del terreno. Luego, llegados al Camino Real, sí, otra vez. Pasando junto al Pino de la Virgen, se ha regresado de nuevo a la pradera. Allí la procesión suele disminuir el ritmo de la marcha, se levanta a la Virgen en alto, se la gira una y otra vez...

De nuevo, la subasta de las andas, ahora para ver quién tiene el honor de introducir a Nuestra Señora en su morada. Luis Salamanca ha intentado animar, hábilmente, a los que deseaban pujar, que eran pocos este año. Al final, se ha quedado con los brazos delanteros Milagros Moríñigo Rupérez, la mayordoma, junto con su marido, Antonio Hurtado Alonso, en 450 euros. Los de atrás han sido para la pareja formada por Diego González Herrero y Rosa Sanz Sanz, que han ofrecido 300 euros. Revisando nuestros apuntes, hemos comprobado que en los últimos quince años nunca se ha ofrecido, como este año, más dinero por los brazos al sacar a la Virgen de la ermita, que al meterla. Lo habitual ha sido siempre que valgan más los brazos al meter a la Virgen, tal vez por haber más gente presenciando el acto. No obstante, este año todos los brazos han valido 2.800 euros, más que los tres años anteriores: 2011 - 1.450 €; 2010 – 2.250 €; 2009 – 2.525 €. Recordemos que en el año 2008 se ofrecieron 3.005 euros, la mayor cantidad de todos los tiempos

Con la imagen de Nuestra Señora ya dentro de la ermita, se ha procedido al intercambio de la vara entre la mayordoma saliente, Milagros Moríñigo Rupérez, y la entrante, Aurora Heredero Salamanca, en presencia de Domingo, nuestro párroco, que ha dedicado unas palabras a ambas, en presencia de numerosas personas, especialmente familiares y amigos.

Acabada la procesión, a merendar, cada uno a su corro, o a beber algo a los bares. Los niños, a las atracciones de feria, que nunca faltan a su cita anual con Sacedón. Numerosas hogueras, repartidas por el pinar, han iluminado los primeros momentos de la noche recién iniciada. En lo alto, hacia Olmedo, brillaba el lucero del alba. Que el año que viene, por estas fechas, tengamos la dicha de volver a disfrutar nuevamente de la fiesta de Sacedón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario