martes, 20 de febrero de 2018

CARTA ABIERTA A LOS MILEURISTAS

Por Teresa González Lozano

Ante el actual panorama política-social del país, siento la necesidad de redactar una carta abierta y, la verdad, no tengo claro el destinatario:

No sé si dirigírsela al señor Puigdemont, atrincherado en Bruselas, dentro de la burbuja que le brinda su cohorte de diputados y seguidores, como Gobierno Catalán en el exilio (eso es lo que parece que pretende), situación totalmente grotesca. 

Si dirigirme al presidente del Gobierno Español, a consecuencia de los resultados en las gestiones para salir de las crisis sucesivas que nos asolan. 

O por el contrario, dirigirla a todos los votantes españoles que, a pesar de los resultados de su gestión al frente de sendos gobiernos, premiamos a ambos (Rajoy / Puigdemont) dándoles nuestro voto mayoritario, una y otra vez.   
     
Pero ya me he aclarado y se la dirigiré al ochenta por ciento de los españoles que realmente hemos padecido la crisis, de la que, según dicen, estamos saliendo, (el veinte por ciento restante no tuvieron crisis, a juzgar por el incremento económico de los grandes capitales en estos años).

Bien: Como digo, se la dirijo a este porcentaje del ochenta por ciento de españoles, a los que sin duda se dirigía el presidente Rajoy hace unos días recomendándonos, de corazón, que ahorráramos para el futuro. De forma muy especial, va dirigida a los mileuristas, verdaderos destinatarios del mensaje del Presidente y que forman multitud en nuestro país. 

Pero ¿es necesario recomendar ahorrar a un pueblo austero de condición? Parece que sí.

¡A ver!:

- Viudas con una pensión de entre trescientos cincuenta y setecientos euros, muy frecuentemente, con hijos a su cargo, porque no han podido independizarse.

- Trabajadores del sector de la madera, del sector afín a la agricultura o trabajadoras de la costura.

- Trabajadores eventuales: "hoy trabajo, mañana estoy parado".

- Jubilados autónomos con seiscientos veinticinco euros de pensión.

- Universitarios con su máster acabado y que están preparando viaje a cualquier punto del Orbe donde les brinden un puesto de trabajo, porque aquí no lo encuentran.

- No contamos a los parados de larga duración ni a otros sectores a los cuales el Sistema ha dejado en la cuneta.

Todos ellos con cargas familiares y muchos de ellos con una hipoteca totalmente injusta, porque la contrataron en los momentos más duros de la burbuja inmobiliaria.

Pues a todos estos españoles y a otros que no enumero es a los que el señor Rajoy hace la recomendación de ahorrar. Conste que no lo hace a "Humo de pajas". Él mejor que nosotros sabe lo que se trae entre manos y, por tanto, cómo se presenta el futuro.

Me temo que su intención es advertirnos de lo que está por venir. Si es así, apunta a la finalización del Estado de Bienestar, tal como lo hemos conocido y que ha demostrado ser el sistema más justo y eficaz para una sociedad que busca la igualdad entre todos sus miembros.  

¿Se acabará el tener asegurados los derechos básicos, conseguidos con años de lucha y de esfuerzo colectivo y de los cuales nos sentimos orgullosos?: 

- Sanidad universal, gratuita y de calidad, garantizada tal como la concebimos. 

- Educación con las mismas características de calidad, universal y gratuita.

- Pensiones, justas, suficientes para garantizar una edad de jubilación sin sobresaltos, porque a lo largo de nuestra vida laboral hemos generado riqueza suficiente para vivir con dignidad el resto de nuestros días.

En estos años hemos soportado una crisis que ha sumido a la mayoría de los españoles en una pobreza y unas expectativas económicas que creíamos desaparecidas. Como consecuencia hemos visto nuestros derechos básicos de salud y educación disminuidos en cantidad y calidad, mientras asistíamos impávidos al descubrimiento de interminables tramas de corrupción, propiciadas mayoritariamente por miembros del partido en el Gobierno, por las cuales se evaporaban cantidades ingentes de euros de las arcas públicas. Hemos asistido a la privatización de parte de la Educación y la Sanidad, con el mensaje engañoso de que son más eficaces y resultan más baratas y, por desgracia, también, a saquear la hucha de las pensiones, garantizadas por los Pactos de Toledo y que se nos aseguraba, por activa y por pasiva, que nunca se tocaría. 

Pues parece que la cosa, en lugar de corregirse y sanearse lo que haya resultado podrido dentro del Sistema, irá a peor y se nos recomienda que ahorremos para hacer frente a estas necesidades del futuro.

Si pudiéramos ahorrar, que vemos que no es posible, al menos para una parte importante de la sociedad, ¿qué nos propone? Depositar los hipotéticos ahorros en entidades privadas, gestoras, durante largos años, de nuestro dinero, sin poder controlar los beneficios generados por el mismo. ¿Es buen negocio para nosotros o para los gestores? Al margen de esto: la fórmula servirá para aumentar o para reducir las igualdades entre los españoles. Los analistas aseguran que aumentarán las desigualdades entre los que puedan ahorrar y los que no, ya que no existirá elemento compensador.

¿Por qué el señor Rajoy tiene tan poca confianza en el sector público? Se trataría de corregir, mejorar y ampliar lo público, buscando, si fuera necesario, fórmulas nuevas, pero nunca animarnos a favorecer la ganancia privada que sabemos no va a redundar en el bienestar de la población.

Votantes: agudicemos nuestro sentido práctico a la hora de velar por los intereses comunes y no nos cansemos de reclamar nuestros Derechos. En las urnas es mucho lo que nos jugamos.

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